Hacía tiempo que no veía una película de animación que me motivara o que me tuviera atrapado de tal manera que no me levantara del sofá y quisiera ver más, aún así, estoy escribiendo ésto mientras estoy preparando un articulo de opinión sobre otra película de animación, así que en mi mente sin querer se me van a solapar algunas ideas y conceptos, que tenía de un articulo para otro, pero intentare no repetirme.
La cinta que criticaré en éste caso será 'La Canción del Mar' una película que me ha cautivado y me ha hecho que me pusiera a escribir sobre ella.
'La Canción del Mar', es la historia de dos hermanos, que huérfanos de madre, verán como su padre vive hundido en una depresión tras la desaparición de su esposa años atrás al dar a luz a Saoirse. Pero una noche, la pequeña de la familia iniciará una cuenta atrás que no se podrá detener en ningún caso, y de la que dependerá no solo el futuro de la pequeña si no de un mundo entero lleno de misterios aún por descubrir y que su hermano mayor, Ben deberá encargarse de que su hermana salga sana y salva de ésta aventura.
Tres han sido los factores que hicieron que ésta película me marcara tanto y que hacía tiempo que no encontraba en productos de animación, vale, habrá gente que dirá que Pixar y Disney hacen buenas películas, no se lo discuto. Pero 'La Canción del Mar' es un soplo de aire fresco en sector que está industrializado desde hace varios años y hacen películas como si fuera una cadena de montaje de una fábrica de coches.
Lo primero que me llamó la atención e hizo que me pegará al sofá fue su apartado visual y artístico, lleno de detalles haciendo que cada escena fuera una pequeña obra de arte en la que miraras donde miraras encontraría algo nuevo, por minúsculo que fuera, y en 'La Canción del Mar' el nivel de detallado del dibujo, es endiabladamente exquisito, fácilmente uno se puede perder mirando una escena por todo lo que han dibujado, y es algo que no puedo dejar pasar por alto, sino admirar y quitarme el sombrero.
Algo con lo que juega mucho éste estudio, son las perspectivas, las rompe, las retuerce y las hace suyas para darle fluidez y forma a la historia que quieren explicar, algo que para los que ya vieron 'The Secret of Kells' sabrán de lo que estoy hablando. Y para los que no la hayan visto, se la recomiendo. Pero para dejarlo claro, en más de una ocasión, veremos dos o tres tipos de perspectivas que chocan entre sí y sería algo totalmente impensable de ver en la vida real, pero ellos lo usan tanto para su narrativa como para darle empaque a su estilo visual y artístico. Arriesgado, sí, pero es algo que si lo usas bien, como hacen ellos, puede dar como resultado una imagen visualmente muy atractiva.
En segundo lugar, su estilo de animación, personalmente me recordó en algunos aspectos a la época dorada de los dibujos animados, los movimientos son elegantes y expresivos, para nada burdos, toscos o pobres, de algunas producciones de hoy en día que siguen trabajando en estilo clásico de animación. Uno de esos factores por los que la valoro tanto, es que uno de los personajes es mudo, y sin hablar, los animadores han logrado expresar fácilmente en todo momento sus sentimientos.
Y finalmente, la historia que nos cuentan está lejos de estar cargada de los tópicos típicos que nos encontramos en el cine de animación convencional, el estudio ha madurado respecto a 'The Secret of Kells', y es que no estamos frente a una película para todos los públicos al uso, no es una película con una historia con ese blanco y negro tan definido y costumbrista en éste tipo de películas, en 'La Canción del Mar' hay muchos grises, no hay buenos y malos, sino personas y seres que han tenido una vida difícil, en el que el tiempo les pesa en los hombros y ha veces necesitan un cambio para ver las cosas con otra perspectiva, una luz en su camino para no perderse en su vida. Y es que el final que tiene, es lo que mejor empaca la filosofía de éste estudio, por que a veces los finales felices, no son siempre los que querría el espectador, si no el mejor final feliz para los personajes que viven esa historia, y aquí de nuevo, se nota que no estamos frente a un producto americano de usar y tirar.
Solo puedo concluir, con que Tomm Moore, a vuelto a demostrar que la vieja Europa aún tiene historias ricas y atractivas por contar, pero para un público adulto y dispuesto a dejarse llevar por su arte visual que habla igual de claro que los personajes que protagonizan sus historias, con las que fácilmente nos traslada a mundos mágicos ocultos en las sombras, haciendo volar nuestra imaginación como si fuéramos niños otra vez. Y es que no necesariamente, hace falta que un flexo o un ratón salga al comienzo de una película, para que sea sinónimo de calidad.
Tres han sido los factores que hicieron que ésta película me marcara tanto y que hacía tiempo que no encontraba en productos de animación, vale, habrá gente que dirá que Pixar y Disney hacen buenas películas, no se lo discuto. Pero 'La Canción del Mar' es un soplo de aire fresco en sector que está industrializado desde hace varios años y hacen películas como si fuera una cadena de montaje de una fábrica de coches.
Lo primero que me llamó la atención e hizo que me pegará al sofá fue su apartado visual y artístico, lleno de detalles haciendo que cada escena fuera una pequeña obra de arte en la que miraras donde miraras encontraría algo nuevo, por minúsculo que fuera, y en 'La Canción del Mar' el nivel de detallado del dibujo, es endiabladamente exquisito, fácilmente uno se puede perder mirando una escena por todo lo que han dibujado, y es algo que no puedo dejar pasar por alto, sino admirar y quitarme el sombrero.
Algo con lo que juega mucho éste estudio, son las perspectivas, las rompe, las retuerce y las hace suyas para darle fluidez y forma a la historia que quieren explicar, algo que para los que ya vieron 'The Secret of Kells' sabrán de lo que estoy hablando. Y para los que no la hayan visto, se la recomiendo. Pero para dejarlo claro, en más de una ocasión, veremos dos o tres tipos de perspectivas que chocan entre sí y sería algo totalmente impensable de ver en la vida real, pero ellos lo usan tanto para su narrativa como para darle empaque a su estilo visual y artístico. Arriesgado, sí, pero es algo que si lo usas bien, como hacen ellos, puede dar como resultado una imagen visualmente muy atractiva.
En segundo lugar, su estilo de animación, personalmente me recordó en algunos aspectos a la época dorada de los dibujos animados, los movimientos son elegantes y expresivos, para nada burdos, toscos o pobres, de algunas producciones de hoy en día que siguen trabajando en estilo clásico de animación. Uno de esos factores por los que la valoro tanto, es que uno de los personajes es mudo, y sin hablar, los animadores han logrado expresar fácilmente en todo momento sus sentimientos.
Y finalmente, la historia que nos cuentan está lejos de estar cargada de los tópicos típicos que nos encontramos en el cine de animación convencional, el estudio ha madurado respecto a 'The Secret of Kells', y es que no estamos frente a una película para todos los públicos al uso, no es una película con una historia con ese blanco y negro tan definido y costumbrista en éste tipo de películas, en 'La Canción del Mar' hay muchos grises, no hay buenos y malos, sino personas y seres que han tenido una vida difícil, en el que el tiempo les pesa en los hombros y ha veces necesitan un cambio para ver las cosas con otra perspectiva, una luz en su camino para no perderse en su vida. Y es que el final que tiene, es lo que mejor empaca la filosofía de éste estudio, por que a veces los finales felices, no son siempre los que querría el espectador, si no el mejor final feliz para los personajes que viven esa historia, y aquí de nuevo, se nota que no estamos frente a un producto americano de usar y tirar.
Solo puedo concluir, con que Tomm Moore, a vuelto a demostrar que la vieja Europa aún tiene historias ricas y atractivas por contar, pero para un público adulto y dispuesto a dejarse llevar por su arte visual que habla igual de claro que los personajes que protagonizan sus historias, con las que fácilmente nos traslada a mundos mágicos ocultos en las sombras, haciendo volar nuestra imaginación como si fuéramos niños otra vez. Y es que no necesariamente, hace falta que un flexo o un ratón salga al comienzo de una película, para que sea sinónimo de calidad.
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