Hace exactamente 10 años 3 meses 5 días 12 horas y 23 minutos, que en una quedada, una amiga me recomendó una serie muy variopinta, que, conociendo mis gustos por lo extravagante y lo inusual, me aseguró que la serie 'Pushing Daisies', conocida por estos lares, 'Criando Malvas', me iba a fascinar...y no andaba mal encaminada.
Con mucho esfuerzo y rebuscando en la web, terminé encontrando la serie, y como un niño que acaba de decidir que ese juguete iba a ser su favorito, eso mismo iba a decidir con 'Criando Malvas', no sabía exactamente que me llevó a decidir eso, pero en ese momento no le daba importancia.
En la actualidad, ese chico a crecido y ahora hace críticas de cine y series por amor al arte y a vuelto a revisionar la serie para descubrir si aquello fue debido a la impresionabilidad que lleva la adolescencia o si realmente había sido la gran serie que tenía en el recuerdo.
Y es que los años no han pasado para ésta serie, su historia es íntima y narrada con una calidez, que rara vez se ha vuelto ver en pantalla. Pero, ¿Cómo puede ser cálida una serie de un hombre que revive a los muertos, para preguntarles quién los mató, para luego volver a matarlos y así cobrar la recompensa?
Pues sencillamente con una historia bien empacada, pero creando un universo construido a medida para sus peculiares personajes, y que además podríamos definir como un universo paralelo al nuestro, ya que aunque se asemeja mucho al nuestro, no es igual, hay sutilezas. Y que el hecho de que tenga ese "algo", ese "no se qué, que se yo", que hace recordar a una obra de teatro, hace incluso que la serie sea aún más peculiar, si es que ese adjetivo no se ha quedado pequeño para 'Criando Malvas'.
La serie tiene un ritmo ágil y para nada pausado, en la que en un capítulo pueden haber varias tramas al mismo tiempo y saltando de una a otra con soltura, acentuando la tensión y las emoción de lo próximo que va a suceder, ya que no olvidemos, que aunque es una serie dulce, la muerte es el ingrediente principal en ésta serie.
Pero en los esquemas del universo, todos sabemos que pocas cosas se dejan al "azar" y con ésta serie, el lazo rojo que todo lo envuelve, y nos hace recordar a la calidez de la infancia cuando todo era más inocente y saltábamos de alegría con los regalos de navidad. Aquí viene envuelto con la figura de El Narrador, quien nos acompaña a lo largo de los capítulos dando ese toque final a la serie, haciéndola casi perfecta.
Está claro que toda historia necesita protagonistas, y ésta no iba a ser menos. En éste caso tenemos a Lee Peace que da vida a Ned, también conocido como "El Pastelero", quien un día sin previo aviso obtuvo el don de revivir con solo tocar y volver a matarlo y ésta vez para siempre si lo tocaba una segunda vez, ese don tiene algunos asteriscos, pero no entraré en detalles. Lee da vida con mucho acierto a un protagonista, con una lista casi infinita de problemas mentales causados por su don, un romántico introvertido con problemas sociales y un miedo sistemático de tocar las cosas.
Por el contrario, Anna Friel, quien da vida (según se mire), a Chuck, el amor de la infancia de Ned, que, por cosas del destino, creció en un entorno poco sano, y en consecuencia también tiene algunos problemas por resolver. En este caso Anna da vida a una encantadora y soñadora Chuck que hará la contrapartida de Ned, y es algo que llena de "vida" (je, je) la serie.
Pero si tenemos unos actores principales de diez, los secundarios también lo son, y es que la pequeña pero adorable Kristin Chenoweth, quien interpreta a la camarera de "The Pie Hole", también conocida como Olive Snooke, es la chispa de la serie, y que no solo nos hará reír por sus chistes y momentos hilarantes, sino que también por canciones, donde nos recordará que además de actriz también es una soprano. Tampoco me olvido de Ellen Green y Swoosie Kurtz las tías de Chuck, en la serie, las cuales también tienen ciertos trastornos...digamos, peculiares y que al igual que con Olive, también nos regalarán momentos inolvidables.
El mundo de las series es un tanque lleno de peces, pero si nos fijamos bien, en ese tanque hay un pececillo que destaca, es tan diferente del resto que es imposible no darse cuenta de su existencia. Eso se debe al indiscutible sello de su productor Barry Sonnenfeld. 'Criando Malvas' tiene una dirección de arte muy diferente al resto, ya antes comenté ese toque de "obra de teatro", a la que le debería sumar un aire de "cuento de hadas", en el que lo antiguo se mezcla con lo moderno dando como resultado algo totalmente nuevo y atractivo para el espectador. Y el hecho de que tampoco especifiquen en qué año transcurre le suma un extra a la ecuación de éste cuento de hadas de colores vivos, estampados y que tiene algo de Kitsch.
Todo texto debe llegar a su fin, normalmente llega con algún tipo de conclusión, y si su redactor está "iluminado" convergerán en él todas las ideas expuestas a lo largo del articulo.
La lástima de todo ésto, es que la serie fue cancelada, tras sufrir la huelga de guionistas la primera temporada constó de menos capítulos, y para su regreso de una segunda temporada había pasado algo más de un año, lo que le llevó a un descenso crítico en audiencia, por ese lapso de tiempo en el que su regreso era toda una incertidumbre, además su cancelación llegó antes de tiempo y los últimos capítulos solo se emitieron en el Reino Unido.
Con todo ésto presente, 'Criando Malvas' es un dulce cuento de hadas sobre la muerte y la vida tras ella, en la que el misterio, la muerte, la comedia y el amor se mezclan, dando como resultado una tarta realmente deliciosa, que difícilmente se le atragantará al más exigente de los comensales y que además le dejará totalmente satisfecho.
No es de extrañar, que la combinación de talentos tanto por parte del reparto, como de guionistas, directores y productores, hayan logrado conseguir que incluso tras la cancelación de la serie ésta se haya convertido en una serie de culto.
Mi nota: 9
0 comentarios:
Publicar un comentario